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Más Relaciones Públicas, menos violencia

Actualizado: 6 jun 2022

Por: Catalina Jiménez Combariza- Directora y Fundadora, Sentidos Comunicaciones


Articulo publicado en Forbes


Me gusta pensar que las relaciones públicas nos ayudan a encontrar propósito en el accionar de las compañías y las marcas, ya que para comunicar es indispensable que nos cuestionemos el para qué y el por qué.


Entendemos las relaciones públicas como el buen manejo de imagen frente a los diferentes grupos de interés de una marca, personalidad o una compañía. Desde nuestros lugares de trabajo, los relacionistas públicos, estamos siempre pensando estrategias y tácticas que nos permitan construir narrativas relevantes para quien las recibe y que sigan siendo fieles al propósito y el accionar de las organizaciones que acompañamos.


¿Cómo vemos los relacionistas públicos la vida?, normalmente de forma positiva, todo lo que escuchamos, leemos y percibimos, lo vemos como susceptible de comunicar y buscamos el mejor ángulo para hacerlo, siendo además veraces con la historia. Ahora bien, contar lo bueno, lo novedoso, lo que construye puede ser más “fácil”, pero ¿qué pasa cuando lo que sucede no es positivo?


Hace pocos días, el mundo entero se enteró de la reacción (una cachetada) de un famoso actor en medio de los premios Oscar, en dónde este se molestó mucho en el momento que un comediante que hacía parte de la presentación se refirió a una característica física de su esposa, que responde a un padecimiento médico con el que la mujer lidia desde hace varios años.


Más allá del bullying del comediante, de lo machista, ético, moral, feminista, o cualquier otra característica o calificativo que se le quiera dar a lo sucedido y sus personajes, aquí hay varias lecciones de relaciones públicas que podemos aprender.

Escuchar, analizar y luego actuar; este actor pudo demostrar su furia y descontento, frente al comentario agresivo, beneficiando a millones de personas; no era necesario el golpe. ¿Cómo? A través de diversas acciones de relaciones públicas y comunicaciones.


Activista versus agresor

Imaginemos una realidad paralela en dónde el comediante interviene con su “chiste” acerca de la enfermedad de la esposa del actor (tal cual sucedió), pero este último no reacciona subiendo al escenario a golpear al otro, sino que lo escucha, se empodera, analiza y luego crea un plan de acción.


Al día siguiente con su equipo de PR, crea una estrategia de relaciones públicas en el que él y su esposa emiten un comunicado sobre su descontento por lo sucedido y ofrecen entrevistas en todos los medios para generar conciencia sobre esta enfermedad y lo que implica para quienes lo padecen y sus familias.


Además, generan un video en redes sociales contando su experiencia familiar y personal y concientizando el porqué la burla sobre condiciones físicas nunca será el camino, con una etiqueta de apoyo a quienes padecen la enfermedad e invitando a hablar en casa sobre el comportamiento correcto frente a las conversaciones sobre el físico de alguien. El actor transforma su ira en activismo, alrededor de su dolor y genera conciencia en sus seguidores y podría afirmar que en el planeta entero.


La estrategia puede continuar… Días después, esta pareja podría anunciar que donarán una gran suma de dinero para la investigación acerca de la enfermedad o para combatir el bullying en las escuelas o para una fundación de pacientes y casos con esta condición.

Nuevamente lo comunican a través de la prensa y con sus redes sociales, esta vez invitando a hacer sus donaciones a cierta ONG que lucha por el cambio climático o por niños víctimas de violencia o cualquier iniciativa que genere una empatía más general y se abanderan en convertir su dolor en transformador de vidas y llevar la conversación a narrativas diferentes y constructivas. En esta oportunidad la etiqueta será, en vez de hablar del físico del otro, concentrémonos en preocupaciones y temas que nos hagan bien a todos.


En esta realidad paralela, a través de acciones de relaciones públicas, el actor, su esposa, su familia logran convertir todo este dolor en algo positivo para millones de personas. Esto no sanaría su indignación, ni le va a quitar la enfermedad a su esposa, ni borraría lo que el comediante dijo, pero seguramente si le quitará peso a las palabras de ese comediante y generaría conciencia en millones de personas. Siempre frente a la vida podemos decidir si a través de nuestros actos podemos construir con mucha más fuerza que la de destruir a través de un acto violento.


Conversaciones que construyen

Me gusta pensar que las relaciones públicas nos ayudan a encontrar propósito en el accionar de las compañías y las marcas, ya que para comunicar es indispensable que nos cuestionemos el para qué y el por qué. A quién le importa, y cómo impactamos en las vidas de quienes tenemos acceso con nuestras historias y lo que transmitimos.


Desde donde cada uno esté tiene la posibilidad, la responsabilidad, la oportunidad y sin exagerar la misión, de generar narrativas con nuestras charlas y hechos, que construyan, que entreguen una visión positiva y a la vez crítica de nuestra sociedad. Ojalá cada vez nos pongamos más en los zapatos del otro, para entender que nuestros actos comunican y que siempre, seamos famosos o no, estamos impactando a alguien. Más relaciones públicas y comunicación y así más entendimiento y menos violencia.


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